Ofrecen un alto aislamiento térmico y acústico, aportan seguridad en el cierre, no invaden la calzada exterior y son fáciles de adaptar a cualquier hueco útil, sin necesidad de grandes espacios laterales. Las puertas de acero inoxidable se utilizan sobre todo por razones de higiene en la hostelería, la industria alimentaria o en las instalaciones de piscinas de ocio.